Tras los atentados terroristas de París, nos gustaría centrar este post en los trastornos mentales que sufrirán las víctimas directas e indirectas de los atentados. Las víctimas directas son aquellas que han vivido ellas mismas el atentado, han salido ilesos o han tenido heridas de mayor o menor gravedad. Las victimas indirectas son los familiares y los profesionales de emergencias (personal sanitario, bomberos, policías, vecinos, voluntarios, etc.) Es decir, todas aquellas personas que se encuentran en el área afectada y/o que tienen una relación de ayuda hacia las víctimas directas.
Trastornos mentales tras los atentados terroristas
El Trastorno por Estrés Post Traumático, TEPT, es el trastorno mental más frecuente en los atentados terroristas, aunque no es el único. No podemos olvidar que puede hacer acto de presencia el trastorno depresivo mayor, la agorafobia, el trastorno por pánico y el trastorno de ansiedad generalizada.
. Así, aparecerán síntomas como tristeza, apatía, desesperanza, problemas de sueño, tensión, preocupación, irritabilidad, fatiga o falta de concentración, entre otros. En la mayoría de los casos la intensidad de estos síntomas suele presentarse de leve a moderada.
Otro porcentaje significativo de víctimas, se producirá un malestar clínicamente significativo, produciéndose un deterioro social, laboral, familiar, etc. En este caso, debería considerarse el diagnóstico de trastorno depresivo o de trastorno de ansiedad.
Atentados terroristas: asistencia psicológica para las víctimas
Tras un atentado terrorista lo recomendado es que las áreas de Salud Mental de los gobiernos se pongan a disposición de todas las víctimas para prestar atención psicológica gratuita a corto, medio y largo plazo. (Así ocurrió el 11-M en Madrid y el 11-S en Nueva York). El objetivo en estos casos es facilitar los procesos normales de recuperación, fomentar la resistencia y las capacidades de adaptación, mejorar su funcionamiento y reducir los síntomas psicopatológicos.
La evolución de las repercusiones psicopatológicas en las víctimas de atentados varía de unas personas a otras y este dado nos lleva a otro: la necesidad de que la asistencia psicológica continúe a largo plazo (sea el que sea este) y que se haga seguimientos de cada una de las personas afectadas consideradas de alto riesgo. En estas incluimos:
- Sujetos que presentan síntomas depresivos y de ansiedad u otros clínicamente significativos debido a los atentados terroristas.
- Los familiares de los fallecidos en los atentados.
- Las personas con un trastorno psicológico previo que se han visto afectados por los atentados.
- Las víctimas que han necesitado atención médica o quirúrgica.
- Aquellas personas que se han visto larga e intensamente expuestos a dichos atentados.
En definitiva, los gobiernos afectados por un atentado terrorista deberán tener en cuenta las diferentes necesidades y características de cada víctima que y la prioridad de esas necesidades psicosocial sea la idónea y adaptada a cada una de las personas afectadas.