Cómo mejorar tu comunicación para crear un buen vínculo

por Psicología0 Comentarios

Mejorar tu comunicación es esencial si deseas crear un buen vínculo con las personas de tu entorno.

No confundamos comunicar con informar o interrogar. Comunicar es compartir información bidireccionalmente, es decir, en ambos sentidos.

Crea el ambiente adecuado

Es esencial buscar el momento y lugar idóneo para ambas partes. Si es necesario, busca un lugar neutral, tranquilo y acogedor, que invite a tener una conversación distendida y relajada. Adelanta a la otra persona que deseas hablar con ella y que tú puedes tal día a tal hora. Pregunta siempre si ella/él puede también ese día. No impongas el momento. Sugieres tomar un café, comer, cenar, etc. Busca algo que sea idóneo para ambos.

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Cómo mejorar tu comunicación para crear un buen vínculo

  • Es importante que tengas claro previamente qué quieres comunicar a la persona.
  • Toma varias respiraciones profundas antes de hablar: párate, respira y oxigena tu cuerpo. No hay prisa por hablar y esencial que estés tranquilo/a. Escucha a tu cuerpo y tus emociones.
  • Emplea un tono de voz bajo: nunca grites por muy enfadado/a que estés y que tu tono de voz sea un tono más bajo de lo habitual para ti.
  • Habla despacio, con calma. Suele ocurrir que cuando estamos nerviosos hablamos más rápido, provocando que nuestro mensaje sea poco claro.
  • Mantén contacto visual permanente, procurando que tu mirada sea cordial y amable y nunca desafiante.
  • Cuida tu comunicación no verbal. El objetivo es transmitir tranquilidad y cordialidad, evitando la pasividad, el pasotismo o la agresividad. Atención a las manos y a la cara especialmente. Observa que tu cara esté relajada y que no retuerzas las manos. Tampoco tengas nada en la mano dando vueltas y vueltas.
  • Emplea la escucha activa, es decir, lo único que importa en este momento es lo que la otra persona tiene que decirte y se merece tu escucha atenta. Eso significa que mientras habla la otra persona tu no estás ni juzgándole ni pensando en lo que le vas a contestar.
  • Demuestra que estás escuchando: asiente con la cabeza o haz uso de palabas como “Uhmmm”, “Si”, “Comprendo”, “Entiendo”, etc. Una única palabra. Si usas más lo que estarás haciendo es interrumpirle.
  • Escuchar más que hablar, aunque hayas sido tu quien ha pedido hablar.
  • No interrumpas nunca. Si la otra persona está hablando, escúchale y cuando sientas que ha terminado de hablar expón tu punto de vista. Si ocurre que es la otra persona la que te interrumpe a ti, pídele amablemente que te deje terminar, sin enfadarse.
  • Habla claramente y de forma concisa. No te enrolles.
  • Habla sólo de una cosa. Si has pedido hablar con alguien es porque hay algo que te está generando un problema. No aproveces para sacar los trapos sucios. Una cosa cada vez.
  • Prepárate a escuchar cosas que no te gusten .Si es así no te enfades, no cortes la comunicación, no juzgues ni recrimines. Cuidado con tu comunicación no verbal y que tu cara no se tese o aparezca un rictus de desaprobación. Respira profundamente y pide a la persona que te explique más detenidamente. Si no estás de acuerdo, cuando termine de hablar, díselo con amabilidad.
  • Crítica la acción, no a la persona. A ti no te gustaría que te criticasen, así que no lo hagas. Lo que no te está gustando es algo que esa persona ha hecho (una acción, un comportamiento) y sólo debes centrarte en eso.
  • Mensajes Yo, habla desde ti mismo/a. No aproveches para hablar en nombre de otros o que otros dicen que…
  • Usa su nombre de pila, apodo o palabra cariñosa que suelas utilizar habitualmente con esa persona.
  • Di como te hace sentir a ti el problema: habla de tus emociones.
  • Ponte en su lugar. Intenta pensar y sentir como esa persona.
  • Pide a la otra persona que exprese su punto de vista y pregúntale que sugerencias se le ocurren

Un ejemplo

Ponemos un ejemplo donde recogemos estas claves: “Juan no llevo bien  (Uso del nombre de pila y mensaje yo) que siempre que quedamos llegas media hora tarde. (Hablas de la acción). Eso hace sentirme muy mal porque me gustaría aprovechar el tiempo y me frustro cuando espero sin hacer nada. (Dices como te hace sentir el problema). Entiendo que tú estás siempre muy ocupado y vas a todas partes corriendo (te pones en su lugar). A mí se me ha ocurrido una solución, pero antes me gustaría saber qué piensas tú de todo esto que te estoy contacto y que solución propondrías. (Pides su punto de vista).

Es tu turno

Ahora es tu turno: lee este texto cuantas veces sea necesario y empieza a practicar. Ve de los casos más sencillos a los más complicados. Si es necesario ensaya antes con un familiar o amigo, visualiza la escena y cuando te sientas preparado/a, llévalo a la acción.

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