El consumo de carne roja aumenta el riesgo de padecer cáncer

por Psicooncología0 Comentarios

El consumo de carne ha estado presente desde hace tres millones de años cuando el Homo habilis sustituyó su alimentación herbívora por la carnívora. Este cambio es lo que sirvió de catalizador a la evolución del cerebro humano, dado que el sólo consume el 20% de toda la energía del organismo en reposo. Y llegar a lo que somos hoy hubiese sido realmente difícil de haber seguido con la alimentación herbívora de los grandes monos.

A pesar de los anteriormente mencionado, la realidad es que los seres humanos no somos carnívoros porque no tenemos ni la anatomía ni la fisiología de éstos últimos. Somos más bien omnívoros, biológicamente diseñados para consumir alimentos vegetales y culturalmente adaptados para consumir diferentes alimentos de origen vegetal.

Impacto de la carne sobre la salud: ¿carne roja o blanca?

Las carnes rojas son las de ternera, cerdo, cordero y caballo. En cambio las carnes blancas son las de pollo o pavo.

En los países industrializados comemos una media de dos veces más carne –roja o blanca- que los habitantes del resto del mundo. Nuevamente la industrialización repercute sobre el riesgo de cáncer

Se sabe que una alimentación rica en carne roja (incluidos los embutidos: beicon, salchichas, salami, jamón…) y pobre en vegetales, combinada con un sobrepeso corporal y sedentarismo, se asocia a una incidencia del 30% de riesgo de cáncer colorrectal con respecto a los que casi no comen carne roja. Cada ración diaria de 50 g de carne roja o embutido aumenta este riesgo en alrededor el 10%.

Este efecto se produce exclusivamente con la carne roja, dado que el consumo de carne blanca –pollo o pavo- o pescado no tiene ningún impacto sobre el riesgo de cáncer.

Además los consumidores de carne roja están sujetos a un riesgo mayor de sufrir de obesidad y diabetes tipo 2, debido a su gran densidad calórica. Recordamos que la obesidad es un importante factor de riego para diversos tipos de cáncer, especialmente el de colón.

Otro dato más: si además de la carne roja te gusta muy hecha, ¿peor todavía para desarrollar cáncer de colón, páncreas o próstata! Esto es debido a que la carne muy hecha contiene más aminas heterocíclicas (AHC), que tienen la capacidad de unirse a nuestro ADN y terminar desarrollando un cáncer. Si quieres que esto no ocurra, al menos, adoba la carne en aceite de oliva virgen con ajo y zumo de limón y plantas aromáticas como tomillo o romero.

La carne de hoy en día

Actualmente a la mayoría de las vacas las alimentan con maíz y soja para que crezcan más rápidamente y se las puedan sacrificar antes. Por tanto, su carne tiene el doble de grasa y de azúcar que las vacas alimentadas con alfalfa, como tradicionalmente.

Este cambio de alimentación de las vacas nos afecta a los humanos porque el maíz que consumen los animales está desprovisto de omega-3. Es decir, que cuando al animal se le alimenta de maíz en lugar de hierba, su carne contiene tres veces menos de grasas antiinflamatorias.

Por ello, la alimentación occidental actual contiene entre diez y treinta veces más grasas omega-6 que grasas omega-3. Por tanto, en nuestro cuerpo se genera un clima inflamatorio que favorece la aparición de enfermedades como el cáncer.

Otra práctica habitual es alimentar a los animales con antibióticos para que también crezcan más rápidamente y la carne sea más barata.

carne y cancer

Sustituye la carne roja

Si deseas disminuir el riesgo de mortalidad del 20% al 7%, lo ideal es que dejaras de consumir carne roja y la sustituyeras por otras fuentes de proteínas como el pescado, las aves de corral, los frutos secos o las legumbres. Además, os recordamos que el pescado graso (caballa, sardinas y salmón) es fuente importante de ácidos grasos omega-3.

Conclusión

Si tú, lector, eres de los que te encanta consumir mucha proteína de origen animal (carne y productos lácteos) tienes cuatro veces más riesgo de morir como consecuencia de un cáncer que las personas que consumimos principalmente fuentes de proteínas vegetales.

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