Todos estamos inmersos en plenas compras navideñas. Es una realidad: vivimos en una sociedad consumista. La publicidad nos bombardea con todo tipo de productos y, entre ellos, los juguetes. ¿En qué casa no se desvive uno buscando todos los juguetes de la “Carta a los Reyes Magos” de nuestros hijos?
Las navidades y nuestros tradicionales Reyes Magos son fechas idóneas para que los padres sepan ser un buen ejemplo para sus hijos.
¿De verdad la felicidad la proporciona el juguete de moda, las deportivas de la marca X, el último IPad, IPhone, Ebook, o cualquier otro objeto? ¿Podemos aprovechar para inculcar a los niños unos valores alejados del consumismo?
¿Eres consumista?: como eres tú, así son tus hijos
Empezamos por nosotros mismos, como adultos que somos, y lo ideal es tomar conciencia de lo que compramos habitualmente. ¿Lo que compramos cubre una necesidad? ¿Es necesario o accesorio?
Por supuesto, estaréis pensando que es algo relativo. Para alguien un IPad , por ejemplo, puede ser accesorio, mientras que para otra persona es esencial en su vida. Vamos más allá, ¿Es necesario el IPad (perdón por la publicidad) o con una tablet nos sirve?
Estamos hablando de la importancia que tienen las marcas para muchos adultos (y por tanto, a sus hijos pequeños, adolescentes o jóvenes). La publicidad se encarga de que la marca se relacione con el éxito personal o profesional y que pensemos que para ser aceptado por nuestros iguales tenemos que poseer el mismo coche que el del vecino (me da igual que el coche sea de juguete que de verdad).
¿Eres de los que llega el fin de semana y el lugar donde vas con tus hijos es un centro comercial? Es un lugar de ocio y también de consumismo. Simplemente reflexionad si creéis que la educación recibida es la misma si el niño/a pasa el fin de semana en un centro comercial o haciendo deporte, o en la naturaleza o en la cocina de casa o en la cocina de casa haciendo galletas todos juntos, por ejemplo.
Sé un buen ejemplo
Nuestros hijos aprenden de nosotros a través del aprendizaje vicario. Es decir, lo que ven en casa lo repiten. Nuestra misión como adultos es contrarrestar, por un lado, los mensajes publicitarios del sistema capitalista y, por otro, el de los amigos y compañeros de clase. Es lógico que el niño/a quiera ser el líder de su clase. ¿Podemos enseñarle a serlo sin necesidad de tener el mejor móvil o zapatillas de deporte?
¿Qué hacer como padres?
- Aprende a decir NO: Estarás enseñando a tus hijos a tolerar la frustración. No es positivo concederles todo lo que piden.
- No premies las buenas notas con regalos: prémiales con salidas familiares o amigos. Además, estarás logrando que tus hijos sean más sociables. Tampoco premies con miles de regalos en Reyes porque han sido buenos durante el año.
- Se coherente con tu “bolsillo”: dale a tus hijos lo que realmente te puedes permitir. Los niños no entienden eso de “no tengo dinero”. Si acabáis de venir pasar cuatro días en Nueva York, por ejemplo, luego no van a entender que no tengan en Reyes un IPhone, por ejemplo.
- Ayúdales a tomar conciencia: de lo que tienen y de lo que cuesta cada objeto que desean. Además de la necesidad de que cuiden sus cosas. Si se rompe “casualmente” o se pierde, no se compra de nuevo. Y si lo quieren de nuevo, enséñales a ahorrar y que se lo compren ellos. En la consulta es habitual escuchar cómo es una táctica empleada por muchos niños y adolescentes en estas fechas.
- No hagas uso de la tarjeta de crédito: es el mejor invento de las sociedades occidentales consumistas. Acostúmbrate a salir con dinero en efectivo. Cada vez que quieras algo, los padres o los niños, pregúntate si realmente lo necesitas y te hace feliz. Les ayudarás a tus hijos a que tengan que decidir y elegir.
- Dales una paga semanal: les estarás enseñando a administrarse por ellos mismos. Si desean algo, enséñales a que ahorren y lo compren con su propio dinero. Además, aprenderán a comprar sólo lo que pueden permitirse.
- Enséñales a diferenciar entre lo que desean y lo que necesitan: que primero adquieran lo que necesitan y, después, lo que desean.
- Se humilde: y enseña a tus hijos el valor de la humildad. No es mejor persona el que más tiene. No se es superior a otro por tener lo último del mercado. Les estarás enseñando a que no sucumban a las presiones de sus amigos y a ser personas con decisión propia.