La mayoría de nosotros hemos sido educados en el Hacer. ¿Quién no ha aprendido desde la infancia que había que trabajar duro en la vida?, ¿O que para labrarse un buen futuro cuanto más estudiásemos mejor? Todo ello está muy bien. No obstante, ¿Quiénes lo habéis conseguido siendo conscientes plenamente de cada instante vivido, incluso en condiciones estresantes? ¿o incluso llegando a la enfermedad?
Hacer frente al estrés, el dolor y la enfermedad con Mindfulness
A partir de ahora os lanzamos un reto: vivir en el Ser. ¿Y eso que es? Os preguntareis. Os estamos hablando de Mindfulness. Es la palabra inglesa para traducir sati, un termino del idioma pali que significa, conciencia, atención y recuerdo (Siegel y cols. 2009). La traducción en castellano, por tanto, sería vivir con atención plena cada instante de nuestra vida.
Vivir en el Ser es vivir en el presente, en el aquí y ahora; aceptando los acontecimientos de tu vida como son y se presentan y sin intentar cambiarlos; sin juzgar a las personas que nos rodean, los acontecimientos acaecidos o, incluso, a nosotros mismos; dejando a un lado “el piloto automático” y practicando la atención plena que nos permitirá ser consciente al 100% de lo que nos ocurre.
Seguro que os estaréis preguntando que tiene que ver esto con vosotros. Posiblemente muchos llevéis una vida relajada y atrás haya quedado el estrés laboral o personal, a pesar de ello, posiblemente estéis haciendo frente a algún dolor o enfermedad.
Os proponemos practicar Mindfulness con el fin de lograr aquietar vuestra mente de pensamientos, emociones, etc. que lo único que hacen es inquietaros más y provocaros un dolor innecesario. De esta forma vuestra mente estará más serena y tranquila.
¿Qué necesitas para practicar Mindfulness?
Tras la lectura de estas breves indicaciones introductorias comienza tu práctica. La teoría no te servirá de nada si no practicas. Así que manos a la obra y no escuches a tu mente cuando te diga “ahora no tengo tiempo”, “tengo muchas cosas que hacer”, “lo hago después”, …. El después no existe. Sólo existe el Ahora.
Dicho esto, siéntate en una silla con los pies firmemente en el suelo (no te pongas de puntillas), con tu espalda recta y sin apoyarte en el respaldo, siente como si un hilo imaginario tirara de tu cabeza hacia arriba. Cierra los ojos para que tu concentración sea mayor. No obstante, si lo de cerrar los ojos te agobia, déjalos entre abiertos y mirando a un punto fijo del suelo. Incluso enciende una vela y fijas la mirada en ella.
Van a ser tus primeros 3 minutos de práctica de Mindfulness. ¿Qué tienes que hacer? Nada. Sólo Ser y No Hacer. Toma dos o tres respiraciones diafragmáticas o completas que te ayudarán a centrarte en el Aquí y Ahora. Posteriormente tu respiración se normalizará, no la fuerces, no hagas diferente con ella, es simplemente una respiración normal diafragmática (con el abdomen). Esto es muy importante! No obstante, como es tú primera práctica no te obsesiones y simplemente observa tu respiración. Cómo entra el aire y cómo sale. Nada más.
La gran duda que siempre surge: ¿tengo que dejar la mente en blanco? No. Es normal que lleguen pensamientos. Simplemente se consciente de que un pensamiento ha interrumpido tu proceso de observación de tu respiración. No juzgues. Observa lo que esa interrupción ha generado en ti y vuelve a observar tu respiración. Nada más. Sin esperar que ocurra nada especial. Sin esperar nada a cambio. Simplemente ponte en modo Ser y no Hacer!