La sal, las especias y el cáncer

por Psicooncología1 Comentario

La sal

Debemos a la comercialización de la sal y de las especias la emergencia del colonialismo y del capitalismo; y desde que la sal entró en nuestras vidas, la comida pasó de ser esencial para sobrevivir a convertirse en un manjar lleno de placeres.

Además, la sal se convirtió en esencial para el ser humano cuando se descubrió que los alimentos conservados en sal aumentan considerablemente su duración logrando que se pueda consumir cualquier producto independientemente de la estación del año.

Actualmente, la sal es la principal sustancia para realzar el sabor de los alimentos. De tal forma que hoy cada uno de nosotros consumimos de media 10 gramos de sal (4 gramos de sodio) al día. Se trata de un aporte excesivo dado que es casi tres veces más elevado que la recomendación realizada por los organismos de salud pública (recomiendan 1,5 de sodio al día máximo).

Muchos de nosotros podemos cocinar con poca o ninguna sal. Lo que parece que se nos olvida es toda la sal que consumimos involuntariamente  en los productos alimentarios fabricados industrialmente. Incluso, una simple aceituna de lata o envasada tiene toda la sal que está recomendada consumir en un día. ¡Imaginaros lo que puede suponer para nuestro organismo una cerveza o bebida con gas acompañadas de unas patatas fritas o aceitunas!

La sal y el cáncer

La otra cara de la moneda es el impacto negativo que esta práctica tiene en la salud. Además de estar muy relacionada con una elevación de la tensión arterial y con un mayor riesgo de accidentes vasculares cerebrales, la sal representa un importante factor de riesgo de cáncer de estómago.

A este respecto, los estudios demuestras como las poblaciones de Japón o de Corea tiene el porcentaje más elevado de cáncer de estómago porque consumen una media de dos veces más sal que los occidentales. Incluso nuestro país vecino, Portugal, donde el consumo del bacalao salado correlaciona con una incidencia elevada de cáncer de estómago.

Estudios recientes sugieren que la presencia excesiva de sal en la alimentación favorece la aparición y la evolución del cáncer de estómago proporcionando al patógeno Helicobacter Pylori las condiciones óptimas para expresar su potencial inflamatorio y oncogénico.

sal y cancer

Las especias y el cáncer

Está científicamente demostrada la potente acción anticancerosa que tienen las especias y las plantas aromáticas. Sirva simplemente de dato que los habitantes de la India tiene una incidencia de cáncer cuatro veces menor que los ciudadanos de Europa o América del Norte.

Las especias ejercen una actividad antiinflamatoria, modificando el entorno en el que se encuentran las células cancerosas, privándolas de los factores procancerosos segregados por las células inflamatorias, esenciales para su crecimiento.

Dicho de una manera más simple, las especias impiden el crecimiento tumoral actuando directamente sobre las células cancerosas, o bien impidiendo que proliferen, o bien provocando su muerte por el proceso de apoptosis.

La mejor especia anticancerosa es la cúrcuma (el oro de la India). Le siguen otras especias como el Jengibre, el chile, romero, canela, nuez moscada, sésamo, perejil, romero, cilantro, albahaca y la pimienta.

La sal, las especias y el cáncer

En conclusión, os invitamos a evitar las comidas envasadas con alto porcentaje de sal y a sustituir la sal de vuestros guisos por especias, y especialmente, aumentar el consumo de cúrcuma y jengibre.

 

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