Las redes sociales ¿Te generan dependencia emocional?, ¿Te acompañan?, ¿Se han convertido en una necesidad en tu vida?, ¿Las usas más para tu vida laboral o la personal?, ¿Durante el fin de semana eres capaz de olvidarte completamente de tu móvil o, al menos, reducir su uso al mínimo?
En las grandes ciudades es muy frecuente ir en el metro, en el tranvía o en un autobús y observar como más del 80% de las personas llevan el móvil en la mano. Unos enviando WhatsApp, otros en Facebook o en Twitter, otros en Linkedin, o cualquier otra red social.
Redes sociales: Dependencia emocional
Es tal el uso masivo de las redes sociales que las consultas de los psicólogos y psiquiatras se nos han llenado de personas adictas a ellas. Y no me estoy refiriendo únicamente de adolescentes y jóvenes.
Actualmente se discute o te dejan o dejas a tu pareja por las redes sociales; o a muchas personas les resulta más fácil relacionarse por Messenger o cualquier otra red online porque puedes ocultar tu identidad parcial o completamente, provocando un gran aislamiento social cara a cara.
En todos estos casos nos estamos encontrando ante una dependencia emocional, que cumple los criterios de otras adicciones, con la diferencia que en esta ocasión la persona no depende de una sustancia y si de una/s persona/s.
Se llega a tal punto que la persona está pendiente del móvil, sabiendo los movimientos de su expareja, novio/a, etc. Le busca en Facebook, mira si está conectado en WhatsApp, etc. Se despliega, de esta forma, una necesidad de contacto insana, acompañado de pérdida de control que hace que la vida de esa persona se vea afectada a todos los niveles: personal, profesional y social.
Redes sociales: Acompañamiento
A pesar de este mal uso de los móviles y de las redes sociales, la realidad es que las nuevas tecnologías han cambiado nuestras vidas.
Profesionalmente hablando las gestiones se han agilizado enormemente haciendo uso de los WhatsApp, llegas a más gente a través de Linkedin, pudiendo difundir mensajes a más personas, más rápido y con menos esfuerzo.
En lo personal, y sin llegar a esa dependencia emocional de la que hablábamos antes, las redes sociales combaten la soledad de las personas que, o viven solas, o viven lejos de sus familias y amigos. Las redes sociales hacen que tus amigos, que puede que estén en otra ciudad u otro país, estén más cerca.
Un buen uso de las redes sociales y un acercamiento a los buenos amigos que tienes lejos es enviar y recibir WhatsApp para saber o contar brevemente como ha ido nuestro día y cómo estamos, para contar algo que sabes que le puede interesar a una persona querida, para hacer preguntas breves, etc. Nada de esto genera dependencia emocional. Es simplemente tener presente a la gente que te importa.
¿Acaso no es bonito enviar o recibir un WhatssApp cómo éste?: “Una de las mejores sensaciones es saber que te quieren. Saber que alguien quiere hablar contigo, que quiere saber cómo estás y que quiere verte; o que te envíe mensajes instantáneos con fotografías de algo que ha visto y que ha provocado que se acuerde de ti. Te sientes muy bien al saber que has estado en la mente de alguien y que te lo hacen saber».
Coger el móvil por la mañana y encontrarme un WhatsApp de mis queridas amigas Isabel y Cristina dándome los buenos días o las buenas noches; reírme a carcajadas con los chistes que me envía Alberto por WhatssApp haciendo que hasta el día más duro se convierta en maravilloso. Los Whatss App de Juli deseándome un feliz fin de semana o siguiéndole a él y a Conchita por medio mundo a través de las fotos que me envían, o los de mi entrañable amiga Isabel compartiendo experiencias y formas de vida en común; los de Mónica, Antonio, Fernando, Aida y los de mis sobrinos Charo, Celso y Fernando.
Mil gracias a mi familia y amigos que haciendo un buen uso de las redes sociales conseguís estar todos los días muy cerca.